miércoles, 14 de noviembre de 2012

La nueva manera de diseñar la política industrial.


La economía española no deja de sorprendernos. En varias entradas he referido mi opinión sobre la necesidad de diseñar un modelo de crecimiento por parte del actual Gobierno. Dividida las competencias entre dos Ministerios: Economía y Competitividad de un lado e Industria, Energía y Turismo de otro; y enfrascado un Ministro en la reestructuración financiera y aguantar la tarascadas de doña Angela y el otro empantando en evitar el déficit tarifario del sector energético, nadie se pone a pensar en el diseño de una política de crecimiento, que marque la senda de la recuperación y levante la niebla de la incertidumbre.
Ante esta apatía de nuestros gobernantes o su falta de imaginación, el tejido productivo español, en concreto los fabricantes de coches, responde y hacen una oferta de un plan para fabricar un millón de coches más al año, generar 73.000 empleos  y exportar 2,5 millones de unidades. El "Plan 3 Millones", solicita al Gobierno 500 millones de inversión pública y 100 medidas de corte fiscal, legal y de gestión, que afectarían a 8 Ministerios, en un intento de conseguir mantener un sector industrial que supone el 10% del PIB español y pretende posicionarnos fuertemente entre los países exportadores . Indudablemente habrá que mirar con detalle la viabilidad del Plan, pero no deja de ser una iniciativa interesante en la medida que no hacer política industrial está originando que los sectores afectados diseñen su propia estrategia de crecimiento, siendo quiénes mejor conocen las características de los mercados en los que compiten y la sometan a la consideración del Gobierno.  Una propuesta, además, al margen de agentes sociales y partidos políticos.
Puede que la política de no hacer nada, sea la mejor manera de fomentar que el tejido productivo tome la iniciativa y ponga sobre la mesa el diseño de una estrategia que además tiene la ventaja de que no hay que convencer a los agentes implicados. Y también refleja el pulso del tejido productivo español que ha sobrevivido a la crisis y que constituye la cierta esperanza de que vamos a salir de ella.  ¿Qué hará el Gobierno al respecto? Debería escucharlos pronto y poner en marcha la iniciativa con los retoques que se quieran e incentivar que otros sectores hagan lo mismo, siempre que las propuestas sean realistas. Es una forma nueva de hacer política industrial, consecuencia de no hacer nada. Un nuevo modelo de gestión pública.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Brotes Verdes


El ritmo de acontecimientos es tan fulminante que ya nadie se acuerda de que tuvimos un Presidente del Gobierno llamado Rodríguez Zapatero, ni de su Ministra de Economía   Elena Salgado, ni de aquellos meses en que se hablaba de los brotes verdes: esos pequeños datos económicos que parecían indicar que estábamos saliendo de la recesión.  En estos últimos días, han sido varios los Ministros del Gobierno español, que han empezado a transmitir un mensaje optimista del devenir de nuestra economía, a pesar de la subida de la cifra de paro y de las negativas previsiones que la Comisión Europea ha hecho sobre la economía española.
Sobre las previsiones, hay que decir que todos los organismos las están corrigiendo de manera permanente y, en tiempos tan volátiles como los nuestros, hay que observarlas pero no darles demasiada certeza.  Esto se debe a que, en general, suelen realizarse con series temporales a las que se aplican filtros específicos, pero que en cierta forma son los datos del pasado los que nos indican el futuro. En un entorno tan volátil como el nuestro saber cuándo se va a dar el punto de inflexión es complicado de pronosticar.
De otro lado, cuando observamos los datos trimestrales en tasas interanuales, estamos haciendo una especie de media móvil de los cuatro trimestres anteriores, por lo que nuevamente los trimestres pasados condicionan el dato del trimestre actual. En estos momentos, lo queremos saber es cuándo saldremos de esta situación de crecimiento trimestral negativo y de horizonte pesimista y es, por ello, que debemos de mirar más las tasas de crecimiento intertrimestrales. Estás han sido en este año: -0.3 (IT), -0,4 (IIT) y -0,3 la estimada para el tercer trimestre.
¿De dónde saca el Gobierno su optimismo? ¿Dónde ve los brotes verdes que indican que todo los ajustes han merecido la pena y nos espera un "futuro brillante", como dice el Ministro de Economía? Pues creo que lo hace al observar un indicador de esos que llamamos adelantados. Es decir, un indicador que suele predecir lo que va a ocurrir un par de trimestres después y que ya lleva dos trimestres dando resultados positivos. Me refiero al Indicador Sintético de Actividad (ISA), que elabora el INE para el Ministerio de Economía  que ha reflejado: +0.2 en el IIT y +0,3 en el IIIT.

Si este indicador acertara, tendríamos un cuarto trimestre positivo y un primer trimestres del año también positivo y las previsiones del Gobierno serían más correctas que la de todos los organismos internacionales, incluida la Comisión Europea, y la de todos los expertos y servicios de estudios españoles. Si así fuera, los Presupuestos presentados y de la senda de corrección del déficit sería creíble y habría demostrado que con nueve meses de reformas y principalmente ajustando las plantillas y desapareciendo el tejido productivo no competitivo, la economía española podría empezar a recuperar su pulso. Pero si no acierta en sus estimaciones, si el déficit lo cerramos en el 8% del PIB, la economía cae en 2013 por encima del 1,5% y sólo empezamos a ver la luz del tunel a principios de 2014, la pérdida de credibilidad va a ser enorme y volveremos al pasado, a aquellos tiempos en los que nadie confiaba en quienes nos gobernaban. Ojalá acierte el Gobierno y el ISA siga adelantando la actividad económica.