viernes, 10 de julio de 2015

China, la Bolsa y el capitalismo de Estado.

"La Bolsa china se desploma", "el Gobierno chino persigue a los especuladores"..., son titulares de prensa. China se enfrenta al fin a las consecuencias de su nuevo modelo económico y del nuevo escenario: el capitalismo de Estado en la economía global postcrisis.
Antes de la crisis financiera, China era el gran exportador mundial y esto le permitía ser también el gran ahorrador mundial. Un país pobre en términos percápita, prestaba a los grandes países occidentales para que estos gastaran por encima de lo que generaban. Un mundo raro...pero que evitaba la presión financiera dentro de China, dado que los recursos financieros obtenidos por sus exportaciones, en lugar de comprar activos internos y hacer que subiera la Bolsa, viviendas etc., volvían a los países ricos y generaban allí este efecto burbuja con las consecuencias que conocemos.
Después de la crisis, los países occidentales empezaron sus ajustes y dejaron de comprar tantos bienes a China. La economía china cambió su estrategia e incentivó el Consumo y la Inversión interna y los recursos financieros externos, que siguen llegando por el saldo positivo de su cuenta corriente, fue alimentando la subida de los precios de bienes y activos chinos y la burbuja financiera empezó a inflarse. Ahora los tenedores de estos activos han pensado que el valor de los mismos no está justificado y empiezan a vender.
En fin, la corrección de otra burbuja financiera más.
¿Será importante el efecto sobre la economía real? A primera vista sí.  El pueblo chino es muy ahorrador. El Estado no le protege suficientemente en pensiones, sanidad o desempleo y tiene que ahorrar. Una caída de la Bolsa disminuye el valor de lo ahorrado, es decir de la riqueza, y entonces la primera idea que se tiene es volver a ahorrar más y dejar de consumir y ahora el Consumo es el principal motor de la Demanda y la economía crecerá menos. Pero la economía china no funciona como las demás. El capitalismo de Estado, que de manera diferente también sigue Singapur, otorga al Estado instrumentos económicos de corrección diferentes a los de las economías occidentales. En el caso de China su moneda no cotiza con un tipo de cambio libre y flexible, las operaciones financieras están controladas y no es posible una fuga de capitales inmediata como ocurre en otras economías, pero habrá que observar qué medidas toman.
Lo que no hemos aprendido, ni los chinos ni nosotros, es que tan negativo para la economía es la inflación de los precios de los bienes, como una burbuja en la Bolsa o en el precio de las viviendas. Si suben los precios de los bienes nos parece mal y si sube constantemente la Bolsa nos parece perfecto. En esto, como en todo, hay que ir al fondo de las cosas. Si las acciones de una empresa suben porque los ahorradores creen que la empresa va a ganar más y a repartir más dividendos, no hay nada que objetar. Pero cuando el valor de las acciones sube porque, independientemente de cómo funcione la empresa, pensamos que las acciones van a subir y se podrán vender más caras, entonces entramos en la especulación. El Gobierno chino va a detener a los especuladores, no sé como los distinguirán con precisión, pero si encuentran la manera habrá que estar atentos. Si hiciéramos lo mismo, no sé donde podríamos alojar a este ingente ejército que incluye desde los inversores financieros más reputados a personas que diariamente juegan en la Bolsa con la esperanza de obtener unos ingresos extras. Quizás la tasa Tobin podría ayudar a evitar estas prácticas, el problema es que tendríamos que establecerlas todos los países. Lo que es claro es que la fiscalidad de las rentas de los capitales financieros y sus plusvalías es muy inferior a la fiscalidad de las rentas del trabajo y los incentivos son los que son: fomentamos la especulación. Aprendemos poco.

miércoles, 1 de julio de 2015

Teoría de Juegos o Juego de Tronos.

Como seguramente saben Varoufakis es profesor de Teoría de Juegos, una aplicación de teorías matemáticas a la toma de decisiones económicas, que ha sido muy utilizada en situaciones de mercados en oligopolios competitivos, es decir un mercado con pocas empresas compitiendo entre sí, por ello las decisiones de una empresa marca las decisiones de las demás y tienen carácter estratégico. (El más reputado autor de esta teoría fue el Premio Nobel John Nash, que ha muerto hace unas semanas y en quien se inspiraba la película "Una mente maravillosa" protagonizada por Rusell Crowe).
Cuando empezó la Grecia de Syriza a negociar con la UM sobre su situación económica empezó un juego dirigido por Varoufakis. Un juego que también intenta descubrir el precio sombra de cualquier negociación, es decir, hasta dónde está dispuesto a llegar la otra parte sin descubrir hasta dónde estas dispuesto a llegar tú. Y en el que se lanzan señales y amenazas que deben ser creíbles.
El juego parecía que había llegado a la última jugada al convocar el referéndum para el próximo domingo y pensábamos que la movilización del pueblo griego y la dramática división de la opinión pública que va a originar esta consulta, daría lugar a un resultado que terminaría con el juego: los griegos se van o se quedan en la zona €.
Pero no. No era el fin del juego sino una nueva jugada, una amenaza creíble para saber hasta dónde piensan llegar los países centrales de la UM. Ayer ofrecieron firmar un nuevo rescate de casi 30.000 millones de €. Hoy aceptan la condiciones que antes había ofrecido Alemania y mañana no sabemos que harán. Es de suponer que hasta el mismo sábado veremos nuevas ofertas.
Mientras tanto, los grandes países de la UM, no salen de su desconcierto. Ningún PIGS los habían tratado con tan escasa consideración y la presión norteamericana es insistente para buscar una solución manteniendo a Grecia en el bloque político, militar y económico occidental. A Francia e Italia han empezado a "temblarles las piernas" y quieren llegar al acuerdo pronto y casi a cualquier precio, quizás porque su capacidad de resistencia en la negociación ha llegado al límite. La presión de los mercados financieros debe ser también muy fuerte.
Pero ha aparecido otro gran jugador que siempre ha estado aceptando el desafío. Detrás de la sombra de la Sra. Merkel, su Ministro de Finanzas, pensativo en su silla de ruedas, ha dado un paso: ninguna negociación hasta después del referéndum. Schauble pensará que si sale el SI, Tsipras tendrá que dimitir y la UM pondrá a un Presidente afín como hizo en Italia o en la misma Grecia. Y si sale el NO, el juego alcanza un escenario dramático en el que la jugada estratégica la tendrá la UM y no es previsible que ceda salvo que los griegos a pesar del NO sigan jugando con fingida humildad, algo que es probable, visto lo visto.
Desde España o desde Portugal, el perdón a los griegos nos haría rasgar las vestiduras y le daría la razón a nuestro Syriza: Podemos. Los sacrificios de españoles, portugueses, irlandeses e italianos habrían sido absurdos. Nos preguntaríamos si hemos comprendido la manera de tratar a los países centrales de la zona €. Teníamos que habernos plantado en su momento y no aceptar ni la humillación, ni las penalidades que hemos tenido que pasar.
Como sabemos, los líderes de Podemos no se inspiran en la Teoría de Juegos sino en la serie Juego de Tronos sobre la que dan conferencias y escriben artículos y monografías. Ha terminado la Quinta Temporada de la serie y después de tantas traiciones, asesinatos, ajusticiamientos y tropelías de todo tipo, las familias que se disputan el Trono de Hierro de los Siete Reinos, todavía no han dicho para qué quieren el poder. Se trata de "alcanzar el cielo", como dice el líder de Podemos. Seguramente ahí terminará la Décima Temporada y seguiremos sin saber para qué lucharon y si mereció la pena tantas muertes...
En el escenario electoral español, alcanzar el poder es el objetivo, pero también deberían anticiparnos qué van a hacer con nosotros. ¿Cómo crearán los 5 millones de puestos de trabajo que necesitamos, cómo cambiaremos nuestro tejido productivos para alcanzar una renta por habitante elevada que nos permita vivir mejor, cómo pagar nuestras deudas y no estar sometidos a la presión de los acreedores?... o, simplemente, ¿van a convocar un referéndum a la griega?