Nuevamente volvemos a hablar del riesgo de la deflación y volvemos a sentir el pánico de una crisis a la japonesa. Desde el acuerdo del Hotel Plaza del G5, que revaluó el Yen un 50% en 1985, la economía japonesa no ha vuelto a levantar cabeza y en estos casi 30 años ha mantenido prácticamente el nivel de su PIB, mientras USA ha duplicado el suyo. Han sido años de estancamiento con tasas de crecimiento erráticas y muchos años de deflación a pesar de políticas monetarias y fiscales ultraexpansivas. Veremos los resultados de las políticas de Shinzo Abe si consiguen sacar a esta economía de esta situación de estancamiento a largo plazo o de estado estacionario.
¿Existe el riesgo de deflación en la economía europea y en la española? Es normal que una economía estancada vea moderar la subida de precios. También que una economía que incremente su productividad pueda aumentar sus costes laborales, sin que suban sus Costes Laborales Unitarios y por tanto la presión a subir los precios se atenúe, como puede ser el caso de Alemania. También es lógico que una economía con una tasa de paro por encima del 25% y un crecimiento tenue, vea al fin que sus precios se moderan después de varios años en crisis profunda y con subida de salarios y precios poco razonables.
¿Pero existe ese riesgo?
Al final hay dos maneras de crecer. Una de ellas con políticas de Demanda expansivas (fiscal, monetaria o comercial) que permite crecer con inflación y otra con moderación de salarios y costes e incrementos de la productividad, que permite crecer con moderación de precios. Creo que si se sigue el primer modelo, como ha hecho la economía norteamericana o la economía británica, y los precios bajan, el riesgo de la deflación existe y es debido a que las políticas expansivas de Demanda no son suficientes para paliar la caída del Consumo y la Inversión por una caída de las expectativas de familias y empresas, que fue el caso de la economía japonesa. Pero si el modelo es el segundo, como ocurre en la UM, que se moderen los precios es lo que cabría esperar ante una falta de estímulo en las políticas de Demanda y es la manera de ganar competitividad ante la imposibilidad de alterar los tipos de cambio con la política comercial. Es cierto que la deflación mantiene los porcentajes de la deuda y quizás es poco aconsejable en este momento, pero es el modelo de la UM.
¿Es correcto?
Cuando tu tejido productivo es flexible y competitivo, el primer modelo, que podemos denominar keynesiano, puede ser correcto, aunque origina déficit público y aumento de la deuda, además de la subida de precios, pero evita el paro masivo. Pero cuando el tejido productivo es rígido y poco eficiente y competitivo, el segundo es el que obliga a cambiar este tejido y es lo que deberíamos hacer entre todos con política de rentas y política estructural que son las que actúan en la Oferta Agregada. Y si no lo hacemos con un pacto social entonces el funcionamiento de la economía lo hace muy lentamente y con grandes sacrificios. Y en ello estamos en España.