Después de varias semanas de expectación hemos oído el discurso de investidura del ya Presidente del Gobierno y conocemos el perfil de su Gobierno. En cuanto al discurso, podemos analizarlo con todo el detalle que queramos, pero quizás lo grandes trazos sea lo relevante. Indudablemente, después de mi insistencia en que la competitividad es la causa de los problemas españoles, es una satisfacción ver que todas las acciones giran alrededor de este concepto y que incluso el Ministerio de Economía se llama ahora de Economía y Competitividad. Las líneas de actuación son acordes con lo que hemos estado exponiendo al respecto, en las entradas de este blog. Si acaso, las medidas deben insistir más en la mejora de la productividad, la formación de los trabajadores en las empresas y el uso de tecnologías más productivas. La reforma laboral está en línea pero esperando el posible acuerdo de los sindicatos y los empresarios. Rajoy ha afirmado que perseguirá el dialogo, lo cual es diferente del consenso, que en cierta medida nos ha traído hasta aquí. La continuación de la reforma financiera ha quedado difusa: fusiones o banco malo, o ambas cosas. El apoyo a los emprendedores es un requisito incuestionable ( http://www.fedeablogs.net/economia/?p=16750#more-16750 ), este es un buen link del que deberíamos tomar nota. Los emprendedores de éxito han salido, con excepciones, de trabajadores y directivos con experiencia que han decidido tener su propio negocio después de años trabajando en otras empresas. En cuanto al tempo marcado para las acciones de Gobierno, el Presidente ha marcado un calendario algo dilatado pero lógico y que en cierta medida esta diseñado en clave andaluza. Cuando pase el primer trimestre de 2012 ya sabremos quién gobierna en Andalucía y entonces tendremos unos Presupuestos para cumplir con el 4,5% de déficit público. Si el Gobierno saliente termina con el 6,5% de déficit en 2011, habrá que recortar 16.000 millones, algo no demasiado exigente en un Presupuesto de 335.000 millones. En otro caso, si el déficit sube al 8%, serán más de 30.000 millones y el ajuste se llevará por delante los derechos prestados, que no adquiridos, de todos nosotros. Los mercados financieros han reaccionado bien. Incluso el Financial Times, que tanta manía nos tiene, ha reconocido que es un Gobierno de gente seria. Lo previsible es que en menos de tres meses la prima de riesgo estará por debajo de los 300 puntos básicos y antes de final del año próximo, creo que la prima de los bonos belgas estará por encima de la nuestra que se equiparará con la francesa. Creo que hemos empezado el inicio de la salida, aunque será lenta y no volveremos a los crecimientos de los años anteriores a la crisis, pero empezaremos a ver la salida y el paro irá cayendo despacio y con mucho esfuerzo, pero pasarán estos días de desasosiego financiero y esta calma es necesaria para la recuperación.
En cuanto al Gobierno, con alguna excepción, son personas de contrastados CV y méritos académicos y profesionales, además de la lógica trayectoria política. Y esto es algo que debemos destacar después del Gobierno anterior de CV medianos. Y es que es claro, que mientras el viento sopla de popa cualquiera puede navegar con la velas sueltas, pero cuando las cosas se ponen mal, simplemente con la experiencia política no se va muy lejos. Una formación sólida y exigente estructura la mente para buscar nuevos caminos y diferenciar las salidas de los abismos del laberinto. Eso sí las competencias del Ministerio de Economía y Competitividad se han reducido bastante. Hay un Ministro de Hacienda y de Administraciones Públicas, una Ministra de Empleo y un Ministro de Industria, Energía y Turismo. ¿Cómo hacer así una política que mejore la competitividad? El Ministro de Economía tampoco es Vicepresidente Económico con poder para coordinar la política económica. Al final parece que la única competencia clara que tendrá es la financiera, para terminar de reestructurar el sistema bancario, y seguramente será el encargado de dar la cara ante la emperadora Merkel y los mercados financieros que conoce bien. Esto es una debilidad aparente de la estructura del Gobierno. Si es el Presidente del Gobierno quien articula esta política con el Ministro de Economía guiando la acción, puede llevarse a buen puerto el cambio estratégico que necesitamos, pero si el Presidente tiene que acudir a otros frentes de política interna y delega en sus Ministros, entonces el riesgo de que cada uno vaya por su lado es elevado y uno recortará Gastos y nunca pondrá en marcha del todo lo de la ventanilla nunca, la Ministra no modificará en profundidad los cambios que requiere el marco laboral y el tercer Ministro embarrancará su esfuerzo en el entramado energético y en campañas del turismo español y entonces habremos desaprovechado una gran oportunidad de ser de una vez por todas un país serio. Podemos lograrlo. No hemos empezado mal. Ánimo a todos nosotros. (22:dic:2011)