La moderación de los precios españoles puede ser el resultado de una caída de la Demanda Agregada y/o de un cambio en la Oferta Agregada como consecuencia de un descenso en los costes y de una mejora en la productividad. Los datos que tenemos en la DA apuntan a que el Sector Exterior sigue tirando fuerte, que el Gasto Público se modera muy suavemente y que el Consumo y la Inversión han iniciado una tímida recuperación. Parece pues que la moderación de precios y la temida deflación proviene más del ajuste de la OA y estaría originando una mejora en la competitividad de nuestro tejido productivo.
Como es sabido, la competitividad depende principalmente de cuatro factores: la productividad, los costes, los precios y el tipo de cambio. Sin posibilidad de un ajuste nominal en el tipo de cambio, la economía española lleva varios años realizando un ajuste real del que empezamos a ver algunos resultados. Los ajuste de plantillas han elevado la productividad (Valor Añadido /Horas de Trabajo) y la caída en los salarios (hoy se anuncia por el Ministerio de Hacienda que descendieron en 2012 un 2,5%) son la causa de la moderación de los precios y de la mejora de la competitividad.
Creo que el riesgo de deflación existe si la DAse va reduciendo sistemáticamente por un descenso de las expectativas de consumidores y empresarios que, como ha ocurrido en la economía japonesa en los últimos años, mantiene de manera permente DA sin pulso. Sin embargo, si la moderación de los precios se debe a un cambio en la OA, debemos estar más tranquilos en la medida que estamos haciendo lo único que podemos hacer en la estricta limitación de la política económica de la UE. Con precios moderados pagar la deuda acumulada es más difícil, pero si somos competitivos podremos pagar finalmente lo que debemos.
En el gráfico que se adjunta, pueden verse los puntos de equilibrio de la economía española entre 1997 y 2012. El PIB real en el eje de abcisas y los precios de los bienes en ordenadas. Sería por tanto el equilibrio en cada año de la DA y la OA. Llama la atención que en toda esta secuencia de tiempo siempre los precios han ido al alza, mientras el PIB ha tenido dos crisis en 1993 y 2008-2009 y, a pesar del alto desempleo ocasionado en ambas ocasiones, los precios siguieron subiendo. En el primer caso las sucesivas devaluaciones de la peseta originaron un ajuste nominal y al no estar acompañadas de políticas fiscales y monetarias restrictivas, en el intento de salir rápidamente de la crisis del 93, los precios siguieron subiendo. En la crisis actual, todo hace pensar que las prórrogas de los acuerdos salariales han seguido impulsando al alza la los salarios y los precios y, desmontado este mecanismo, los precios al fin se moderan.
Crecer con moderación de precios es el camino permitido por la UM y en ello estamos, pero así se crece muy lentamente y se genera empleo a cuentagotas. Una única opción a la que no estamos aplicando.
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